Estabilidad y plan industrial, frente a la lógica del capital de Siemens Gamesa

Estabilidad y plan industrial, frente a la lógica del capital de Siemens Gamesa

La nueva sede del PCE-EPK de Navarra acogió la tarde del jueves 24 de noviembre una charla sobre la actual situación de la plantilla de Siemens Gamesa en las diferentes factorías y centros de trabajo que actualmente tiene la multinacional en territorio español, incidiendo en las situadas tanto en Navarra como en Euskadi.

Para esta presentación se contó con la presencia de dos delegados sindicales de Comisiones Obreras en esta empresa: Casimiro Castaño y Miguel García Adanero, que repasaron el pasado y el presente que vive la compañía, que actualmente trata de negociar con los sindicatos miles de despidos en todo el mundo, 475 en España, la mayoría en oficinas, con salidas previstas para 2023 y 2024.

Como han remarcado tanto García Adanero como Castaño, los sindicatos han puesto encima de la mesa la necesidad de garantizar la estabilidad en todos los puestos de trabajo una vez finalice el actual proceso de reestructuración y el desarrollo de un plan industrial para Siemens Gamesa, empresa sobre la que su accionista mayoritario -Siemens Energy- tiene lanzada una opa para hacerse con el porcentaje de la compañía que todavía no controla.

Precisamente, estos movimientos especulativos son los que han marcado parte de la conferencia, al manifestar los representantes de CCOO que el objetivo a corto plazo de la multinacional es desprenderse de su estructura industrial, una estructura que ya ha sufrido numerosas deslocalizaciones y reducciones de plantilla. Dándose la paradoja de que muchos de estos empleados que han acabado en numerosas ocasiones en empresas de la competencia o en la propia Siemens Gamesa en posteriores contrataciones, a pesar de haberles pagado el finiquito.

La lógica del capital, como está quedando demostrado en todo este proceso de la opa, está más cercana a la especulación que a las viejas fórmulas de producción, oferta y demanda. Sólo así se explica el tremendo desembolso que supuso la compra de las acciones de Iberdrola (que posteriormente apostó por Vestas, la principal competencia de Siemens) o el aval que Bank of America y JP Morgan han dado a la compra de acciones por parte de Siemens Energy, siendo estas entidades parte del accionariado de otras compañías competencia de Siemens.

Y lo peor, según ha adelantado Casimiro Castaño está por venir, ya que una vez adquirido ese 33% de Siemens Gamesa, la intención de Simiens Energy es deshacerse de todas las fábricas y quedarse únicamente con su entramado de oficinas. Una decisión que se antoja ilógica proviniendo del actual segundo fabricante mundial de aerogeneradores y que acabarán pagando los trabajadores, ya que dependerán de las condiciones de compra de esas fábricas por parte de terceras compañías o directamente fondos buitres o, simplemente, de las indemnizaciones que se están negociando en los convenios.

La apuesta de los trabajadores y de sus representantes pasa, sin duda, por dar la batalla en las mesas de negociación, por movilizar a la plantilla, por coordinar las diferentes luchas que se dan actualmente en los diferentes centros de trábajo y por implicar a las instituciones públicas -que han dado subvenciones millonarias a Gamesa- en el futuro de las fábricas que actualmente producen para Siemens Gamesa.

Pero más allá de esta lucha, lo que pone de manifiesto la venta y liquidación de una empresa puntera, competente y apegada a la industria local como era la Gamesa original, es la necesidad de crear desde los gobiernos vasco, navarro y español planes industriales y empresas públicas que puedan hacer frente no solo a la creciente demanda de energías renovables, sino también a la intromisión de capital extranjero especulativo.

 

 

 

 

Comunciación EPK

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