Llamamos a la plantilla de Osakidetza, a secundar las huelgas convocadas por los sindicatos. Denunciamos el alto porcentaje de servicios mínimos establecidos además, también llamamos a la ciudadanía a acudir a las movilizaciones en defensa de la sanidad pública en Euskadi convocadas en las capitales de las tres provincias, Bilbo, Donostia y Gasteiz, el fin de semana del 26 y 27 de febrero.
La pandemia provocada por el covid-19 ha venido a demostrar las carencias estructurales que ya existían en Osakidetza, acrecentadas, por los recortes realizados a los servicios sanitarios públicos en 2008, como la insuficiencia de personal o de infraestructuras, suponiendo la situación pandémica un desbordamiento del sistema público de salud. Estas carencias son tales como cierres de PACs o (Puntos de Atención Continuada) o de urgencias, falta de personal suficiente para una atención más personalizada, no sustituciones de bajas o personal jubilado, suspensión de vacaciones, la alta temporalidad de la plantilla, insuficiencia de camas u hospitales, etc.
Aunque la consejera de salud, Gotzone Sagardui, digan que esto es algo coyuntural, en ninguna circunstancia se ha vuelto a la situación previa a 2008. La prolongación de la pandemia está produciendo un agotamiento del personal sanitario y socio-sanitario, que han sido la primera línea de choque contra coronavirus, y cuyas condiciones laborales han visto empeoradas desde el inicio de la crisis sanitaria y no ven perspectivas de mejora ni a corto ni a medio plazo. Cuando el Gobierno Vasco pudo haber adoptado algunas medidas, para proteger el sistema sanitario público en Euskadi para evitar la saturación del mismo, prefirió favorecer los suculentos intereses de la industria farmacéutica privada. Frente a todo lo anterior, la población se ha visto, o con una atención deficitaria, o con falta de atención. Ello ha causado que el tiempo de espera para la atención en especialidades ha ido a más, además de colapsar la atención primaria, provocando que, entre la población, ante la imposibilidad de espera para atender sus problemas de salud, haya habido un aumento en las comunidades autónomas del 23% de media de contratación de seguros privados; sin contar las consecuencias graves que va a acarrear esta falta de atención por enfermedades no diagnosticadas a tiempo o no diagnosticadas. Y aunque es parcialmente cierto que hay ocasiones que es difícil encontrar profesionales, el malestar generalizado y falta de unas buenas condiciones de trabajo, ha llevado a que muchos profesionales se vayan a la atención especializada, a la sanidad privada, o al extranjero. Este modo de proceder, no es nada nuevo, y no hace más que reforzar la senda privatizadora de la salud que desde hace años sostienen el Gobierno Vasco. La negativa por parte de Osakidetza a negociar y ofrecer alternativas reales frente a los parches, ha conducido a una situación insostenible, que se ha manifestado en las diversas concentraciones frente a los centros de salud, o las numerosas protestas habidas en las tres capitales de Euskadi el pasado 23 de enero, en defensa de la sanidad pública.
Siendo conscientes de lo anteriormente mencionado, el Partido Comunista de Euskadi, apoya las demandas planteadas por los sindicatos, entre las que destacamos: aumentar el presupuesto de Osakidetza, especialmente el de atención primaria; acabar con la alta temporalidad trabajadores y trabajadoras, recuperación del poder adquisitivo perdido y reversión de todos los recortes, reapertura de los PAC con restauración de los horarios de atención, cobertura total inmediata en todas las categorías de jubilaciones, vacantes, bajas y otras ausencias; evaluación de riesgos psicosociales y aplicación de correcciones enfatizando en las cargas de trabajo y en los efectos de la pandemia; y, medidas efectivas de conciliación de la vida laboral y familiar.
