En recuerdo de Antonio Prior Castellanos, fallecido hoy

En recuerdo de Antonio Prior Castellanos, fallecido hoy

Hoy ha fallecido Antonio Prior Castellanos, en su lugar de residencia, Errenteria, recuperamos un artículo (original en http://www.errenteria.net/eu/ficheros/57_32539eu.pdf) sobre su vida:

Nació en Donostia, en el barrio de Egia, el 10 de diciembre de 1925, en el seno de una familia de siete hermanos, una chica y seis chicos. De sus primeros años, primero con la Dictadura de Primo de Rivera y después durante la República, apenas recuerda nada salvo que fue a la escuela de Egia cuyo edificio se conserva hoy.

Su padre era ingeniero técnico en Tabacalera y como tal le tocó evacuar la maquinaria a Bilbao antes de laentrada de las tropas fascistas en San Sebastián por lo que toda la familia tuvo que desplazarse a la capitalvizcaína. Antonio vivió la angustia de ver cómo, poco a poco, iba cayendo el territorio vasco en manos de los golpistas y cómo cada vez eran más frecuentes los bombardeos de la capital y alrededores.

Junio de 1937. Revista Punto y Hora, de julio de 1986.

La ofensiva fascista sobre Bizkaia iniciada en marzo -ocupación de los macizos de Sollube y Bizkargi, bombardeos de Durango y Gernika- tocaba a su ataque final tras la rotura del Cinturón de Hierro que rodeaba la capital vizcaína. Para ello, entre el 28 de mayo y el 5 de junio, las tropas nacionales acrecentarían los combates en torno al asedio de Peña Lemona y de Bilbao a través de todos los puntos:

Santo Domingo, Artxanda, Pagasarri, Malmasin… Entre las fechas del 11 de junio al 19, fecha de entrada de los franquistas en Bilbo, se culminaría la vasta operación planificada por los sublevados. Fue en junio, cuando en medio de los bombardeos sobre Bilbo y su margen izquierda de la ría, miles de niños se disponían a ser evacuados en barcos al extranjero. Unos partirían con destino al Estado francés, a Inglaterra, y Suiza, mientras que otros serían acogidos en la Unión Soviética”.

Su familia tiene que tomar una dura decisión: evacuar a varios de sus hijos al extranjero. Antonio, junto a dos de sus hermanos, embarcan en el buque “La Habana”, junto a otros miles de niños y niñas con destino a la Unión Soviética (todos ellos entre 4 y 16 años). Iban acompañados de monitores y maestros, al amparo de la Cruz Roja Internacional. Recuerda la escala que hicieron en el puerto de Burdeos con un gran recibimiento, que se convirtió en apoteósico al llegar a San Petersburgo (Leningrado) el 17 de junio de 1937.

En la Unión Soviética permanecerá desde junio de 1937 hasta 1956, casi 20 años de exilio, en lo que para Antonio será su casa. Según recuerda, eran unos 3.000 niños que fueron acogidos en las llamadas “Casas infantiles para niños españoles, situadas en diversas repúblicas soviéticas, al objeto de no perder sus raíces y costumbres. Antonio vivió en las afueras de Moscú, según él, una de las dos ciudades más bonitas del mundo, junto a San Sebastián, hasta 1941, cuando la URSS entró en guerra contra el nazismo, lo que allí se llamó la Gran Guerra Patria.

Nada más llegar, los pusieron a estudiar, los primeros cinco años lo hicieron en castellano y posteriormente en ruso. De 1941 a 1945 vivió en los Urales, estudiando en la Escuela Superior Profesional donde obtuvo el título de mecánico-electricista. Durante la guerra compaginó los estudios con la práctica en la fábrica de tractores donde trabajaba que en ese periodo se reconvirtió fabricando tanques de combate. Durante una visita a la fábrica conoció a Stalin y Molotov.

Al finalizar la guerra, en 1945 retornó a Moscú, según comenta, por orden expresa de Stalin que pretendía evitar que aquellos niños de la guerra, ya jóvenes, perdieran su lengua. En 1954 se casó con Luisa García con la que tuvo su primer hijo. El segundo ya nacería en Donostia. Luisa era asturiana,  a su padre lo mataron con 28 años quedando su madre muy joven con tres hijas pequeñas por lo que tuvo que enviar a dos de ellas a la URSS. A los dos meses de salir del puerto de Gijón, murió su madre. Allí se hizo delineante.

La vuelta a San Sebastián se produjo en 1956, primero a Egia donde vivía su familia, para desplazarse a Errenteria ya en 1959 donde ha vivido hasta hoy. Conserva un amargo recuerdo del reencuentro con la familia, que él lo define como “frío”. Casi 20 son muchos años y la sensación de pérdida del cariño, palpable.

Como profesional que era, enseguida encontró trabajo en la empresa Jesús Romero y Hnos., situada frente al Kursal, donde permanecerá por espacio de 27 años, hasta su jubilación.

En la URSS no llegó a militar en el Partido Comunista ya que al marchar se encontraba en la fase de “candidato”. Sin embargo, ya en 1959 se integra en el PCE-EPK, siendo detenido en 1962 por el célebre Melitón Manzanas en una caída que afectó a 27 militantes que fueron a la cárcel, donde permaneció por espacio de un año, siendo defendido por Enrique Múgica.

Siguió participando activamente en la lucha por la República que Antonio no pudo disfrutar.

 

 

Comunciación EPK

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